lunes, 21 de febrero de 2011

Olfato

A veces pasa que soñando un aroma te despierta y al abrir los ojos toda la intensidad que aspirabas en sueños, se diluye entre la oscuridad de la habitación.
Por más que trates de retenerlo se va, se pierde, se escapa de nuevo a ese sitio donde sólo se accede con los sentidos dormidos, y quedás como perdido, entre las imágenes borrosas de un recuerdo que no existió, aunque el cuerpo te jure que acabás de vivir.

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